Entrevista a Arístides Vargas

“Yo creo que la patria son espacios, pero son espacios de nosotros, es el espacio afectivo que tú creas en alguien”
Entrevista a Arístides Vargas, director y fundador del grupo de teatro MALAYERBA, realizada por Diego La Hoz y José Lumbreras del grupo peruano ESPACIO LIBRE. Vargas y Charo Francés visitaron al grupo Yuyachkani en mayo de 2009 para presentar la obra “Nuestra Señora de las Nubes”.


DLH: ¿Qué te motivó a crear el grupo Malayerba luego de tu salida de Argentina?
AV: En el 79 se crea Malayerba y comienza a trabajar en el 80. Cuando yo pienso por qué hicimos el grupo en Ecuador, no partimos de la necesidad de hacer teatro, lo que necesitábamos era un espacio afectivo, una familia, cosas que no estaban relacionadas con el mundo del teatro. Este grupo base estaba formado por gente de diferentes nacionalidades y algunos ecuatorianos. Yo me preguntaba por qué nos juntamos con tantas ganas, pasábamos muchas horas juntos, y de alguna forma nos fomentábamos unos a otros. El teatro era como el gran pretexto, y de tanto pretextar terminamos haciendo teatro.
DLH: Ecuador es un país con dos millones de migrantes repartidos por el mundo.  Tú decidiste migrar a ese país y ahí te quedaste. ¿De qué nacionalidad te sientes?
AV: Bueno, el asunto de la patria no me termina de convencer. Yo creo que la patria son espacios, pero son espacios de nosotros, es el espacio afectivo que tú creas en alguien. Yo vengo aquí y me encuentro con mis amigos de Lima. Cuando estoy fuera de Lima y pienso en Lima, yo no pienso en los edificios ni el paisaje, yo pienso en mis amigos, ellos son un territorio mucho más sólido y a la vez endeble, ambiguo. La patria no son nacionalidades. Por ejemplo, tú naciste en un lugar pero fue por accidente. Siempre en América Latina nos han enseñado a respetar a nuestros héroes, contándonos historias horribles de defender a la patria, a la nación y todo eso… y yo creo en realidad que el destino último somos nosotros, las personas.
DLH: ¿Y tú volviste a Argentina después?
AV: Si, yo volví a la Argentina en el 84. Yo había salido a finales del 75 y mi primera estadía fue aquí, en Perú. Durante un año y medio viví en Barranco. Y hacíamos teatro, pero era muy diferente Barranco y era muy diferente el teatro que hacíamos.
DLH: ¿En qué momento te encuentras con María del Rosario “Charo” Francés?
AV: Yo me encuentro en Ecuador con Charo, ella había salido de España y vivía allí. Ella es una cofundadora junto con Susana, que era otra compañera argentina, y con ellas hicimos el grupo Malayerba.
JL: Ustedes hablan con cierta frecuencia del exilio en las obras de Malayerba. En el caso hipotético de que no hubiese habido exilio ¿Qué temas le hubiese tocado escribir a Arístides Vargas?
AV: ¡Qué drama! (ríe). Eso no se sabe, posiblemente no haya escrito porque yo soy fundamentalmente actor. Comencé a escribir por una necesidad de testimoniar ciertos estados pero en el fondo yo soy un actor.
DLH: ¿Tú crees que en algún momento se va a agotar el tema del exilio en tus obras?
AV: Yo no escribo solamente sobre el exilio, he escrito sólo tres obras con este tema, la primera se llama “Flores arrancadas a la niebla”,  “Nuestra Señora de las Nubes” y “Donde el viento hace buñuelos”. En esas tres obras el tema específico es el exilio y luego hay otras obras que no tienen nada que ver con el exilio.
DLH: Yo tuve la suerte de ver dos obras de Malayerba en Ecuador, “El deseo más canalla” y “La muchacha de los libros usados”. Recuerdo que mi experiencia fue de una absoluta nostalgia. Igual sucedió ahora con “Nuestra Señora de las Nubes”…
AV: Saudade, dicen en Brasil. Es una sensación que quería aflorar en el espectador. Esta obra, que es bastante escéptica, en el fondo es una obra trágica que habla de dos tipos, uno de ellos está entrampado en un estar afuera definitivamente, en un imposible y constante retorno que no es más que la metáfora de la muerte. La imposibilidad de volver a algún lugar siempre genera un sentimiento de nostalgia, que es la propia nostalgia de los que ven la obra. Es que los personajes parece que aprenden o asumen esa posibilidad de no recordar nada.
DLH: Algo que me llama la atención en tu trabajo, y que a mí como director de teatro me interesa mucho, es el humor. A pesar de la nostalgia, la tragedia, el desencuentro, siempre hay un espacio para risa. ¿Cómo manejas ese tema en medio de una situación desoladora?
AV: Bueno, para mí, el teatro es un lugar en donde tienes que vivir muchas emociones, incluyendo la risa. La risa está muy desprestigiada pero es una emoción extraordinaria y liberadora, y el llanto también lo es… pero parece que el llanto es trascendente, y la risa es leve y superficial. Yo creo que las dos son emociones muy potentes y que en el fondo es la misma. Yo creo que los medios de comunicación se han encargado de hacer creer que hay géneros teatrales y no es así. En Malayerba trabajamos de una manera muy libre, la realidad de pronto se pone nostálgica, de pronto explota, de pronto discute con alguien. Yo creo que el teatro es una forma de entender el comportamiento de los demás y en ese sentido, la risa tiene un interés particular.
JL: Después de haber leído “Nuestra Señora de Las Nubes” y por otro lado haber visto tu puesta en escena ¿Cuánto espacio queda para la improvisación o la reelaboración del texto en el escenario?
AV: Yo he dicho en todos estos días de taller, que una cosa es el texto escrito y otra es el trabajo actoral.  Y bueno, yo soy el autor de la obra, por tanto, me puedo traicionar. Nosotros hacemos esta obra constantemente porque la piden en todos lados. Hemos aprendido a jugar con ella. Hay textos que son inamovibles porque han sido escritos y concebidos de esa manera. Un 80% es el texto inamovible y un 20% son esencias. Nosotros hemos alterado inclusive el orden del texto, hemos quitado una escena que era muy bonita de un director de orquesta de Nuestra Señora de las Nubes. Resulta que en esa escena, la gente entraba en un tren de risa espantoso, y no podíamos luego volver a la tragedia, nos poníamos trágicos y la gente seguía riendo. Era imposible. Lamentablemente la hemos cortado. A veces cuando se hace entre 4, 6 u 8 actores esa escena funciona.
DLH: Tu estética como director y tu forma de escribir es muy particular ¿Qué sientes cuando otros directores o grupos montan tus obras? ¿Cómo las ves en esencia?
AV: Yo tengo un sentimiento muy desprendido. Lo difícil es ver qué quiere hacer el otro. Lo difícil es darle un sentido propio y no el que el autor quiere. Apropiarte de la obra. Hacerla tuya y tratarla como si fuera tuya. Ese sentido de apropiación es muy saludable en el teatro porque es aburridísimo verse a sí mismo.
DLH: ¿Cómo se ve el teatro peruano afuera? ¿Cuánto se conoce?
AV:   Yo creo que se sabe muy poco, en verdad. Igual del teatro ecuatoriano, y del teatro argentino también (no del teatro de Buenos Aires). Creo que es pertinente preguntarse qué debemos hacer para fluir más entre nosotros. Nosotros viajamos constantemente a Europa, trabajamos en Portugal, España, Alemania, Francia…
DLH: ¿En su idioma original?
AV: Exacto… y estamos en Latinoamérica y es horrendo porque nosotros podemos venir a esta casa (Yuyachkani) después de muchos años. Felizmente a veces nos encontramos en algunos festivales. Esta vez yo me he venido en mi carro desde Quito, está estacionado afuera. Ayer me decían por qué te has venido en carro.  Y sí, me he venido aquí por las playas del norte, estuve ahí un día, llegué a Trujillo, me bajé un rato, comí tranquilo y me demoré cuatro días en llegar. Normalmente lo podrías hacer en un día y medio.
Interrumpe Charo, avisando que tiene que prepararse para la función…
AV: Ahora voy. Cinco minutos más…
JL: ¿Qué planes tiene Malayerba para este año?
AV: Bueno, Malayerba ahora está estrenando un trabajo que no es mío, es de un escritor ecuatoriano que se llama Paulo Palacios que escribió unos textos muy raros en los años 50 del siglo pasado y… nada, estamos indagando ese universo.
DLH: ¿Qué viene para el teatro latinoamericano? ¿Qué ves?
AV: Un día me preguntaron, usted qué piensa del teatro joven ecuatoriano, y yo le dije, che, algún día van a crecer (risas). Yo no creo mucho en eso. Creo que el teatro latinoamericano después de una etapa de sacralización política de los años 70, 80 e incluso 90, ha venido una etapa de gran dispersión en el buen sentido de la palabra. Hay mucha diversidad, hay mucha variedad y propuestas diferentes, teatralidades diferentes.
DLH: ¿Y en Europa?
AV: Bueno, Europa es una realidad muy diferente a la nuestra. Los fondos de producción son tan diferentes a los nuestros, que se me hace difícil opinar sobre algo que está tan alejado de nosotros. Yo comparto, muchas veces, en Europa, lugares con la gente de allí pero no tengo una apreciación muy clara. Ahora pienso que el teatro puede ser bueno y diverso viniendo de lugares muy dispares entre si. Lo que pasa es que nosotros debemos aprender a mirarnos a nosotros mismos y creer en nosotros mismos, y no tener esa mentalidad de la época de la colonia, donde el centro decía cuales eran las corrientes que debíamos copiar o seguir a pie juntillas. Yo pienso que la modernidad es emocionante porque justamente nos da la oportunidad de tomar en serio ese asunto de la otredad, de lo otro, del teatro del otro.
Aunque estemos en la misma ciudad, preguntarnos qué haces, que tipo de teatro haces y respetarte en ese sentido, y no deslegitimar lo tuyo en pos de legitimar lo mío sino compartir esa diferencia. Esa es la forma más rica de aceptarse en esta contemporaneidad.
                                                                                                                                      
Fotografías:

6 comentarios:

Gabriela Recabarren. dijo...

Hola, buenas tardes, soy Gabriela Recabarren, directora de teatro, actriz y fundadora del festival internacional de teatro itinerante por Chiloé profundo: FITICH.
Les escribo porque soy una apasionada del trabajo de Aristides Vargas, y he soñado con montar la obra "Jardin de pulpos" alguna vez alguien me mostró ese texto y no he dejado de soñar con él.
Mi comentario es el siguiente:
Porqué es de tan dificil acceso conseguir este libro?
Porque una sola editorial? Porqué una sola edición? Porque no esta en ninguna parte?
Si alguien puede ayudarme, lo agradeceré mucho.
Gabriela Recabarren.
WWW.CAPANEGRA.CL

EspacioLibre teatro dijo...

Gabriela, gracias por tu comentario. "Jardín de pulpos" es una de las obras más difundidas de Arístides Vargas. Nosotros tenemos "Nuestra Señora de Las Nubes" y "La Razón blindada". La que pides, desafortunadamente no. Mucho del material que recopilamos como grupo se logra gracias a nuestros viajes, intercambios y al interés de mantener fresca nuestra necesidad por lo que sucede en el teatro de nuestro continente. Te recomendamos que escribas a Malayerba. A través del FB también podrías solicitarla. Sospecho que alguien podría ayudarte. Si la conseguimos, nos pondremos en contacto contigo. Un gran abrazo desde el Perú.

santivill dijo...

Estimados amigos, soy Santiago Villacís del Grupo Malayerba, envienme un correo a la siguiente dirección:teatromalayerba@gmail.com y les enviaré el texto.

Un abrazo!

Cesar De María dijo...

Qué tipo de letra horriblemente ilegible, por qué?
Un saludo, apenas termine de leerla la comento!

Anónimo dijo...

Gracias por compartir esta entrevista!!! GRACIAS GRACIAS!

Unknown dijo...

Hola buenas noches soy estudiante de teatro de la escuela superior de Arte de la universidad de San Carlos de Guatemala, tengo una duda? Porque Aristides Vargas le pone como nombre a su obra jardin de pulpos. Les agradeceria mucho contar con su respuesta. De antemano muchas graciad.